Acabo de leer que luego de hacer documentales acerca de Hawking y Turing, el 2015 harán un documental acerca de Oppenheimer.
Oppenheimer fue un tipo increible y complejo. Lo admiro por cuanto es el non plus ultra de hacer las cosas. Dirigir a un grupo de científicos, varios premios Nobel bajo la tremenda presión de la guerra y lleno de la burocracia...wow...eso si es un logro. Dudo que otra persona pudiese haber logrado lo que el hizo. Pero por otro lado, una vez que lo hizo, vivió con el remordimiento de haber vendido su alma al diablo. Lo trató de justificar con su frase:
Aun cuando estoy a varios años luz de hacer ciencia como ellos, una de las primeras cosas que perdí luego de leer paper tras paper fue mi capacidad para disfrutar la poesía. La escritura científica carece de ambiguedad, mientras que la poesía es ambigua por definición. Bueno, el hecho que Oppenheimer disfutase de ambas es una muestra más de su complejidad.
Aquí hay un aspecto a destacar y el fracaso de los científicos cuando se entrometen en temas ajenos a su especialidad. Oppenheimer creyó, ingenuamente, que los políticos o militares lo iban a escuchar con la misma atención que sus colegas científicos. Y así como logró el éxito, luego obtuvo el más rotundo de los fracasos. Vivió la etapa final junto a Einstein, con quien compartió el mal que aqueja a muchos científicos, luego de hacer algo, ya no hacen nada.
Como sea, una de las cosas acerca de las que he cambiado de opinión es acerca de si había o no necesidad de lanzar la bomba atómica. Hace diez años atrás hubiese dicho de ninguna manera. Pero ahora pienso que no había otra alternativa para ese momento. Aquí hay algunos libros que influyeron en mi cambio de opinión.
A modo de ejemplo, en las primeras 14 hrs de bombardeo de Stalingrado murieron más personas que en todo el Blitz. De hecho en la sola batalla de Stalingrado murieron más soldados soviéticos que todos los demás soldados aliados juntos en toda la guerra. En este libro, junto con Némesis, aparece en detalle la locura de los dirigentes militares japoneses que finalmente convencieron a Truman de lanzar la bomba. Para quien quiera un relato integrador de la II Guerra recomiendo el excelente libro de Antony Beevor (ISBN 9788493986339). Todos los libros de Hastings son buenos y bastante precisos.
Oppenheimer fue un tipo increible y complejo. Lo admiro por cuanto es el non plus ultra de hacer las cosas. Dirigir a un grupo de científicos, varios premios Nobel bajo la tremenda presión de la guerra y lleno de la burocracia...wow...eso si es un logro. Dudo que otra persona pudiese haber logrado lo que el hizo. Pero por otro lado, una vez que lo hizo, vivió con el remordimiento de haber vendido su alma al diablo. Lo trató de justificar con su frase:
El científico sólo es responsable ante la ciencia.Después elaboró un poco más esta idea:
El científico no es responsable de las leyes de la naturaleza, pero su trabajo es averiguar cómo actúan y cómo ponerlas al servicio de la voluntad humana. Sin embargo, decidir se debe usarse una bomba de hidrógeno no es labor suya: tal responsabilidad recae en el pueblo americano y en los gobernantes que escogieron.Era un físico que disfrutaba la poesía. Me parece que fue Dirac el que le dijo durante una discusión "la física busca hacer lo complejo simple, mientras que la poesía busca hacer lo simple complejo. Son incompatibles". Entiendo a Dirac.
Aun cuando estoy a varios años luz de hacer ciencia como ellos, una de las primeras cosas que perdí luego de leer paper tras paper fue mi capacidad para disfrutar la poesía. La escritura científica carece de ambiguedad, mientras que la poesía es ambigua por definición. Bueno, el hecho que Oppenheimer disfutase de ambas es una muestra más de su complejidad.
Aquí hay un aspecto a destacar y el fracaso de los científicos cuando se entrometen en temas ajenos a su especialidad. Oppenheimer creyó, ingenuamente, que los políticos o militares lo iban a escuchar con la misma atención que sus colegas científicos. Y así como logró el éxito, luego obtuvo el más rotundo de los fracasos. Vivió la etapa final junto a Einstein, con quien compartió el mal que aqueja a muchos científicos, luego de hacer algo, ya no hacen nada.
Como sea, una de las cosas acerca de las que he cambiado de opinión es acerca de si había o no necesidad de lanzar la bomba atómica. Hace diez años atrás hubiese dicho de ninguna manera. Pero ahora pienso que no había otra alternativa para ese momento. Aquí hay algunos libros que influyeron en mi cambio de opinión.
Max Hastings. Se desataron todos los infiernos.
Hastings se ha convertido en mi lectura preferida de libros de la II Guerra Mundial. Este destaca por el tono vivencial de la guerra. Esta lleno de relatos del soldado de a pie y cartas encontradas en los pantalones de soldados muertos. Hastings siempre ha enfatizado lo que otros libros minimizan: la segunda guerra mundial fue un conflicto ganado esencialmente por la URSS.A modo de ejemplo, en las primeras 14 hrs de bombardeo de Stalingrado murieron más personas que en todo el Blitz. De hecho en la sola batalla de Stalingrado murieron más soldados soviéticos que todos los demás soldados aliados juntos en toda la guerra. En este libro, junto con Némesis, aparece en detalle la locura de los dirigentes militares japoneses que finalmente convencieron a Truman de lanzar la bomba. Para quien quiera un relato integrador de la II Guerra recomiendo el excelente libro de Antony Beevor (ISBN 9788493986339). Todos los libros de Hastings son buenos y bastante precisos.
Richard Rhodes. The atomic bomb.
Este libro tiene la mezcla perfecta de narración, detalles técnicos, ciencia e historia que permite ponderar el gigantesco logro que fue crear la bomba. Este libro ganó el Pulitzer.
Rhodes trata de los aspectos que permitieron llevar a cabo esta empresa. En primer lugar, la gente. Los 50 individuos aproximadamente que se involucraron en este proyecto En segundo lugar da los detalles científicos y aquí es donde la lectura se vuelve un poco compleja. Si bien Rhodesindica que con la física del colegio basta, la verdad es que muchas veces tuve que recurrir a la enciclopedia para poder leer algún párrafo científico.
Los otros aspectos tratados con detalle se refieren a la infraestructura y por último a la guerra en si. Quizás el gran libro que falta es acerca de los ingenieros que estuvieron a cargo de toda la infraestructura del proyecto.
Hay un documental que relata en detalle muchos de los aspectos del libro:
Kai Bird y Martin J. Sherwin. American Prometheus.
Los autores demoraron 25 años en escribir este libro. Y aun así indican que hay muchos temas acerca de la compleja personalidad de Oppenheimer que escapan a su historia. Que tremenda biografía. Y que tipo más complejo.
Este libro prácticamente no tiene nada de ciencia y se enfoca solo a la vida de Oppenheimer. El tipo que hizo el más secreto y fundamental avance de la guerra para luego ser acusado de comunista y ser excluido de la escena atómica.
El libro rescata también a su esposa, Kitty. Uff, que mujer. Se casó con un tipo que luego descubrió era gay. Luego con un guerrillero de la guerra civil española que muere. Luego se casa con otro tipo y posteriormente comienza a salir con Oppenheimer. Cuando queda embarazada, Oppenheimer y el marido #3 tienen una cordial conversación acerca de Kitty y deciden que siga con Oppie.
Oppenheimer es lo más cercano que tenemos a un moderno Galileo, solo que en vez de la Iglesia esta vez fue el poder político.
Hay un buen documental acerca del juicio contra Oppenheimer aquí:
Otro documental interesante es aquel acerca del Proyecto Manhattan
Richard Rhodes. Dark Sun
¿Porqué sacaron a Oppie de escena? El problema fue que una vez que vio el tremendo poder las armas atómicas, comenzó a abogar por una sociedad o acuerdo mundial que prohibiera su uso. El problema era que otros científicos, particulamente Edward Teller, querían desarrollar una bomba aun mayor, una que incluso ocupaba una bomba atómica para detonar una bomba de hidrógeno. Por supuesto que Oppie se oponía, pero todos los políticos y militares se alinearon con Teller. Recuerdo haber leído una entrevista en la SciAm donde comenzaba gritando al periodísta: "No soy el Dr Strangelove". La verdad es que si lo era.
Este libro lo compré en una tienda de libros usados en New Orleans y me encontré con la sorpresa que venía autografiado por el autor :)
Los rusos llevaron hasta la estupidez esto de las superbombas, y aquí está el video: (versión completa en este enlace)
Peter Pringle y James Spigelman. Barones nucleares.
Este libro fue todo un hallazgo. Pringle es un periodista británico que ha seguido activo y ha publicado acerca de Monsanto. Recuerdo haber comprado este libro en una librería de calle Corrientes en Buenos Aires. Relata esencialmente el cartel atómico y como durante muchos años se escondieron las pruebas de los efectos de la radioactividad en los humanos.
Muestra como una empresa científica se convirtió luego en un complejo ajedrez que sigue determinando la política internacional hasta el día de hoy. Al respecto, es interesante notar como no todas las ciencias avanzan, como lo hizo la física, sin autoregularse.
Por ejemplo, la medicina, al establecer regulaciones acerca de la clonación humana, se ha autoregulado sin que haya sido necesaria la acción política o religiosa. Solo el acuerdo de los investigadores.
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